Usando La Astucia Al Estilo De David

Primer artículo de una serie de 5 (1/5)

Soy fiel creyente en que a veces hay que romper los papeles y empezar de nuevo. Desaprender lo aprendido y probar nuevas fórmulas. En el mundo de los negocios, hay que discernir cuándo es ese momento.

Probablemente, con la intención de hacer las cosas por el libro para hacer progresar tu negocio, has leído sobre estrategias de los que han alcanzado el éxito pensando que si les funcionó a otros, a ti también te funcionarán.  O tomaste varios seminarios de motivación de esos en que la gente con sólo repetir unas cuantas frases y dar unos cuantos brincos salen poderosos, invencibles y listos para acabar con la competencia. Después de haber pasado por ese proceso de aprendizaje instantáneo, te montaste en la nave de la imaginación y  viste tu producto como Coca Cola, o tu empresa como Walmart  y te dijiste “Wow, me enrollaré las mangas, contagiaré a mi equipo de trabajo y conquistaremos el mundo”.  Lamentablemente, al poco tiempo te das cuenta de que las estrategias que usaron otros no te dieron resultados y la inyección de motivación perdió su efecto en poco tiempo. Y es que el mundo de los negocios no es tan simple como eso.

Has escuchado la historia de David y Goliat?  Llamo tu atención hacia un detalle que no se menciona mucho. Cuando David decidió ir contra Goliat, el rey le dio su armadura y espada para que enfrentara al gigante. David se la puso pero sólo pudo caminar pocos pasos porque no se ajustaba a él.  La intención fue buena pero no era lo adecuado. David tuvo que recurrir a las estrategias que conocía y usaba un pastor de ovejas, que era su oficio, para poder obtener la victoria contra Goliat. Esta ilustración me sirve para hablarte de un principio muy básico.  Las estrategias que han usado otras empresas NO necesariamente se ajustan a tu tipo de negocio.

Nadie mejor que tú mismo conoces tu negocio. Ya sean servicios o productos, tú sabes muy bien de que se trata. Debes usar esa información para entrar en un proceso de planificación con la intención de  lanzarte firme y seguro al mercado, que es el campo de batalla.

Si reconoces ahora mismo que en ocasiones te limitas a operar tu negocio dejando que las cosas pasen día a día, estás en el mejor momento de dedicar un tiempo a planificar intencionalmente qué es lo que realmente quieres que pase en tu negocio de este momento en adelante.

Voy a compartir contigo algunas recomendaciones a modo de plantilla para que seas tú mismo el que completes y ajustes las estrategias a tu necesidad. Una vez estés claro en lo que eres como empresa y hacia dónde vas, implementarás mucho más acertadamente las estrategias adecuadas con probabilidades altas de éxito.